Como nota ilustrativa del plantel argentino en el Mundial disputado en Uruguay en 1930, se destacó la presencia de los hermanos Juan y Mario Evaristo. De allí viene también el término «alambrado olímpico», ya que el partido disputado en el estadio de Sportivo Barracas requirió del mismo para controlar a la gran cantidad de almas allí presentes. Sería la primera vez que Croacia acudiese a una gran cita como país independiente, y sus buenos resultados le valieron para ganar en 1994 el «Best Mover of the Year» por ser la selección que más puestos subió en la clasificación mundial.